Desde que Adriana Olima tomó el mando de la Legislatura, la famatinense le garantizó al Gobernador la estabilidad de la Cámara, asegurando la Unidad del Bloque y logrando los votos necesarios para cada Ley. A los Diputados los protegió cual si fuera una Madre, cuidándolos cuando eran blanco de algún ataque mediático o político. Ahora llega el momento de las definiciones: ¿quién se la jugará por ella?.
Hubo un antes y un después de Adriana Olima en la Legislatura. Hasta que la famatinense tomó el mando, la Cámara era testigo de escándalos, pelea entre diputados justicialistas, y desorden generalizado. Desde que el Gobernador le encomendó el liderazgo a Olima, la Cámara recuperó la normalidad, y la ‘sangre nunca llegó al Río’, pese a la división de varios sectores en los apoyos para los distintos pre candidatos a Gobernador.
Ante cada embestida hacia el Cuerpo, fue Olima quien salió a poner la cara. Soportó, incluso, el hostigamiento del Vicegobernador, que la denunció penalmente y la ataca reiteradamente desde su Multimedio por algo que hicieron ‘todos los Diputados’.
Olima logró la Paz en la Legislatura, cuidando y protegiendo a cada uno de sus Diputados. Al Gobernador lo protegió más que a nadie: muchísimas veces algunos Diputados intentaron alimentar iniciativas que podrían desestabilizar la gestión del Ejecutivo, y Olima no tardó en persuadir a los compañeros en defensa de Sergio Casas.
El cambio en la Legislatura no fue solo político, sino también estructural. Con la famatinense en la Vicepresidencia Primera, las instalaciones de la Cámara mejoraron considerablemente. Veamos solo algunas imágenes del antes y el Después:
Se aproximan horas decisivas para el armado de lo que será el Período 2019-2023. Habrá que ver si todos aquellos por los que la actual Vicepresidenta Primera se ‘las jugó’, responden caballerosamente.
Redacción de RiojaLibre